Sobre los refugiados

Me llama un periodista pidiendo el contacto de Tania Lobato autora de «Los niños de Bosnia«, se lo doy.

Amela Barleci refugiada de Sarajevo y acogida en Rivas-Vaciamadrid vestida de “chulapa”, (1992)

Amela Barleci (8 años) refugiada de Sarajevo y acogida en Rivas-Vaciamadrid vestida de “chulapa”, (1992)

Ahora que vivimos una grave crisis humanitaria, los medios buscan en el cajón de los recuerdos: No hace tanto, veinte años, ya vivimos una crisis de este tipo y, igual que ahora, varios ayuntamientos tomaron la inciativa de acoger e impulsar acciones de solidaridad con y para los refugiados.

La llamada me obliga a coger de nuevo el libro y hojearlo. Entonces eran de las repúblicas balcanicas, hoy sirios. Cito solo el primer párrafo del prólogo de Sandra Balsells:

«Si fuésemos conscientes de que, a menudo, el azar es capaz de trastocar irreversiblemente nuestra vida, capaz de alterar nuestra biografía de forma decisiva, ese simple pensamiento nos resultaría inquietante; aterrador incluso. Las víctimas de guerra —de cualquier guerra— lo saben, cuando de repente, en un instante preciso de un día cualquiera, su cotidianidad se quiebra y sus vidas quedan atrapadas en una espiral de violencia de la que no se puede escapar. Todo ello por puro azar, por haber nacido en un lugar y momento histórico determinado. Aterrador.»

En ese momento respondimos, confio que ahora lo hagamos nuevamente.

Publicado en Divulgació, Pensament.