Dalirium Sonic a la Revista Ulises

La revista Ulises publica una reseña de Dalirium Sonic.

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Dalí con Francoise Hardy

La estrategia de algunos detractores de Dalí ha sido la de perdonarle su pintura y elogiar, al mismo tiempo, otras artes dalinianas. Sencillamente, despreciar la pintura de Dalí (por razones de gusto, políticas…), que es evidentemente lo más conocido y reconocido en el mundo y, para no mostrarse como un imbécil interesado, reconocer la obra literaria, cinematográfica… Tipo “Dalí es un facha, una mierda de pintor. Pero escribió cosas interesantes”.

Y esto viene porque bastantes libros sobre Dalí hacen eso, indagar sobre Dalí y el cine, Dalí y la literatura, Dalí y el psicoanálisis… pero desprecian al Dalí total, no captan la esfera daliniana completa. Y ahora se ha publicado un libro que rompe con esa tradición. Karles Torra ha escrito Dalirium Sonic. Dalí , su relación con la música y las estrellas de su tiempo, en condición de daliniano de largo recorrido y periodista musical. Azares o no de la vida, Karles nació y creció muy cerca de Granollers, esa pequeña ciudad catalana que en los años setenta del siglo xx llegó a sorprender creativamente a base de eventos como el happening que Dalí realizó en su plaza mayor. Dalí encontró en Granollers a través del antiguo Quijote del Happening y actual Faraón Jim un aliado conectado muy estrechamente con la juventud más inquieta del territorio. Pero esta es otra historia, de la que también habla el libro.

La cosa es que Karles Torra, declarado daliniano, ha investigado, estudiado, rastreado y recopilado los vínculos y relaciones de Dalí con la música y con bastantes estrellas populares contemporáneas suyas. Dalí, curioso infatigable, se acercó a y se le acercaron músicos que van desde Duke Ellington a John Lennon o Edgar Froese. Dalí, aficionado al jazz, al blues, desconcertó a más de uno y a la vez congenió muy bien con otros. Torra remata el libro con tres conversaciones que mantuvo con personas que de una manera u otra estuvieron cerca y compartieron experiencias con Dalí: Joan Illa Morell (JIM), Eliseu Huertas Cos y Pau Riba.

A lo largo de las ciento cuarenta y pico páginas, Torra nos narra tanto historias de músicos por los que Dalí se interesó como de músicos que no llegaron a conocerle personalmente pero fueron seducidos por el genio universal con base en Port Lligat, Cadaqués, Ampurdán, Cataluña, España… y así hasta los sinfines del universo.

Anécdotas divertidas, algunas menos divertidas, historias surrealistas, paradojas… de todo encontramos en el libro. Organizado en XI partes más una “Introito” y “Tres visiones sobre Dalí, abarca abundante y original información, fruto del trabajo de varios años y el arrebato daliniano del autor junto con el acierto del editor. Primeras pistas para conocer Dalirium Sonic:

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Alice Cooper y Salvador Dalí

Entre los tesoros del Museu Abelló de Mollet del Vallés (BCN), se conserva un preciado documento que acredita la temprana afición al blues de Salvador Dalí. Hablamos de una carta dirigida a su amigo íntimo Federico García Lorca, fechada en el mes de junio de 1925, en la que el pintor, con veintiún años recién cumplidos, escribe: “Aquí tengo un fonógrafo estupendo con una variedad de Blues nunca soñados…”

Este es el comienzo hacia múltiples expresiones musicales, quizás con una especie de cumbre durante los años de la explosión psiquedélica de finales del siglo xx.

Pau Riba borda el libro con un poema que fue publicado originalmente en la revistaGranollers Happening (197…): Daliniana flor. Un poema que Pau interpretó acompañado de su guitarra al acabar las charlas de la presentación en Barcelona. Charlas que ayudaron a esclarecer aspectos en la elaboración del libro, como hizo Mingus B Formentor o la personal visión de Eliseu Huertas:

(hablando de Frank Zappa en el libro)… No sé si llegaron a conocerse. Lo que sí sé es que de alguna manera, y salvando las distancias, eran artistas parecidos. Zappa estaba a la última en todo, era un avanzado a su época, y Dalí igual.

Pau Riba recuerda diversos encuentros con Dalí, la primera vez acompañado de su madre, tenía 15 años y era estudiante de dibujo y pintura. Hubo otras ocasiones y la relación era próxima, Dalí ya conoció a su abuelo el poeta Carles Riba.

Quizás que de cara al mundo pasaba como una especie de payaso o showman. Se sabía vender muy bien. Pero de cara adentro era una persona sólida y coherente…  Me parecía un personaje fascinante. Sabía de todo y conocía muchas anécdotas y datos curiosos. Era un gran erudito… Gala fue muy importante para Dalí, desde que lo conoció hasta que le ayudó a hacerse un nombre y convertirse en millonario…

(Hablando de la Daliniana flor) … A partir de ahí empecé a construir la letra de la canción y fui profundizando y jugando con diferentes elementos, como que Dalí era el masculino de dalia, que es la flor de la “daliera”, la Gala que quiere decir francesa… Poco a poco fui construyendo esta letra que podría comentar verso a verso porque todo tiene su porqué…

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Un joven de Granollers, Dalí y Jim durante el happening daliniano

Y quizás la voz más singular, hablando de Salvador Dalí, la del agitador cultural Joan Illa Morell, JIM.

(Presentación en el libro). Conocido como “el Quijote del Happening” en la primera mitad de la década de los setenta del pasado siglo, este gran agitador obró el milagro de convertir a una pequeña ciudad como Granollers en la capital del arte contemporáneo y la cultura pop…

A Salvador Dalí lo traté durante catorce años. La primera vez fue en 1967 y la última en 1981. He calculado que fueron un total de cuarenta y cuatro encuentros… Yo tenía la suerte de encontrar las puertas abiertas en casa de Salvador Dalí… Claudy Arimany, que después ha tenido una carrera brillante como flautista, me comentó que le haría ilusión ir a tocar a casa de Dalí con unos amigos, en formato de cuarteto con un repertorio de música clásica… Repetiríamos durante tres veranos seguidos. Eran unos encuentros en los que yo invitaba a veinte o treinta personas de Granollers y Dalí a otras veinte o treinta personas de su entorno. Siempre acabábamos siendo unas cincuenta personas…

En 1979 le propuse a Dalí que en lugar de música clásica era el momento de hacer un concierto de rock, a lo que me dió su aprobación. El grupo que llevé se llamaba Kannavis, y su lider era el guitarrista Jordi Pegenaute

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Dalí con Pau Riba

El libro, sin fotografías, rebosa de escenas que Karles Torra nos describe de tal manera que no hechamos en falta fotografía alguna. Cerraré esta deambulación con una cita del libro, libro ya básico para comprender algo mejor la música, las estrellas y Salvador Dalí

(Tras un concierto del grupo Máquina! en la discoteca Maddox de Platja d’Aro, a primeros de los ’70, entrevistado por Angel Casas). … Soy muy amigo sobre todo de John Lennon, el cual me ha iniciado en la música pop, y la conozco de una manera algo imprecisa, pero suficiente para constatar que la audición de esta noche ha sido excepcional.

Font: http://revistaulises.com/2016/03/08/dalirium-sonic-dali-musica-y-estrellas/

Publicado en Llibres.